Sé bien que no quieres despertar sin mi (8)

Reservado Scorpius.

Estúpido el tema que le había contagiado su prima. Se había pasado todo el día con esa tonta frase a compás de la tonta melodia. Quería dejar un momento el aire de Hogwarts, permirtirse salir de la biblioteca ese fin de semana, por lo menos un rato. Llega a Las tres Escobas, dispuesta a olvidar esa canción.
Busca una mesa, canturreando en un susurro. - Yo sé que no hay nada que perder, que tú puedes ser ese hombre, la piel de la noche y del amanecer.. - Ladeando apenas el cuello, el tema no era así cuando se lo cantaron. Ella lo había modificado un poco.

Había recordado que el encuentro con Camile era al día siguiente cuando ya había llegado a las tres escobas ¿En donde tenía la cabeza esos días? O más bien ¿En quién?

Busca una mesa libre, y en la apurada choca contra una chica - Lo lamento.. - voltea, y una sonrisa pinta su cara cuando reconoce a Rose - Weasley - saluda, con un deje de arrogancia - Por fin abandonaste las bibliotecas? - pregunta, burlón. En esos momentos era identico a Draco.

Rueda los ojos, al escuchar esa tan famliar voz. - Malfoy.. - Sonrie falsamente, frunciendo los labios. Cómo si no le fuera suficiente tener esa molesta canción en mente, soportar a Scorpius lo arreglaría todo. Notése la ironía.

- No te incumbe.. - Termina, sentandose en una mesa junto a donde estaban parados luego del choque.

- Si, es mi apellido. No lo gastes, querida - su enojo era, lo que mantenia su relación. Y con lo unico que ambos podían ocultar su verdadera relación - Como prefieras, gustas tomar algo? - ante todo él, era un caballero. Hereditario eso, al parcer.

- Por algo estoy aquí.. - Dice, recargandose en la palma de su mano. No tiene reales motivos para tratarlo de esa manera, pero algo parecido al orgullo la incita a hacerlo. Lo mira un momento, sospechosa.

Se sienta con ella en la mesa, mirandola de arriba abajo en el pequeño trayecto. - Y dime Weasley, como vas con las conquistas? - pregunta despacio, con ese deje misterioso y seductor que era intencionaL.

Se encoje de hombros, no era algo que le interesase para nada. Si bien no le faltaban pretendientes, tampoco los necesitaba. - No me quejo.. - Musita, no daría tantas explicaciones. Además, ¿Qué le importaba a él?
- Las tuyas? - Pregunta, llevandose una mano a la boca para bostezar. Finjiendo que sólo pregunta por cortez, y no porque no le importe.

- Interesante - responde a lo primero, le hace un gesto breve a Rosmerta para que se les acerque - Estoy igual, Rosie - termina simple, aunque con un tono más infantil. Como si quiese ser ironico. Él no la llamaba por su nombre porque sì, tenia sus motivos, sus planes. Y mucho menos, con un apodo.

Deja ambas manos en la mesa, curiosa. - Ya, ¿Qué te sucede? - Pregunta, con el ceño fruncido, no le creía nada de lo que le decía. Además de que ese "Rosie" no la convencía.

- ¿Por qué deberia de sucederme algo, Rosie? - pregunta, acomodando un brazo sobre la silla. Sonriendo con cierto deje de arrogancia y un aire superior.

Frunce el ceño abriendo levemente la boca, como si no entendiera el por qué de por qué no la entiende a ella. - Pues, es obvio! - Exclama, buscando la forma de explicarselo. - Por que tu no eres así, sólo buscas a las chicas para manosearlas y toda la cosa, entonces si este es un plan para hacerte el buenito conmigo, puedes metertelo en.. - Y Madam Rosmerta la interrumpió tosiendo notablemente, preguntando que tomarián.

- Qué es lo obvio? - la jode, burlón pero encantador a la vez. Espera a que ella siga, y se tapa la boca imitando su irritación cuando ella dice 'manosearlas y toda la cosa'. Suelta una risa al ver a Madame Rosmerta - No quiero nada, gracias - nisiquiera la mira. Tiene toda su atención en Rose.

Mira a la señora, en un intento de calmarse. -Una cerveza de mantequilla.. - Pide, sonriendole ligeramente. Si aquella tonta pelea duraría mucho más, al menos ella consumiría algo. Vuelve su mirada al rubio sentado frente a ella, una vez que Rosmerta se va.
- No te hagas el tonto, sabes lo que te quiero decir.. - Especta, cruzada de brazos. Claro que tonto no era la exacta palabra con la que lo describiría.

Le sonrie a Madame, volteando a verla ya. Espera a que se vaya para mirar a Weasley, arrogante hasta el juicio final - Solamente intento llevarme bien contigo Weasley ¿Qué es un problema eso? - le pregunta, con obvia inocencia finjida.

- Claro que es un problema, tú no haces eso! - Especta, esperando y rogando que Madam Rosmerta no llegará con su bebida, no quería que la interrumpieran. - Eres todo un mujeriego, tú no intentas llevarte bien con las mujeres.. - Tal vez, a excepción de su mejor amiga, que ni el nombre recordaba. Frunce los labios al recordarla, pero borra ese gesto rapidamente.