Y la diversión ya no es más divertida, pero no puedo dejar de sentir ♫

Había tomado un pequeño desvio luego del banquete, de la sala común a la sala de menesteres. Conocia bien ya aquel lugar, y se creia uno de los pocos que podían entrar con tanta facilidad.

Estaba recostado sobre un largo sillón de terciopelo oscuro, aquel que le hacia acordar a la casa de sus abuelos.

Siempre le había gustado estar en lugares tranquilos los primeros días de Hogwarts. Es que tantos alumnos primerizos dando vueltas por doquier, no le resultaba para nada agradable.

Por suerte, conoce la sala de menesteres y allí llega ahora. Entra después de fijarse, que nadie había en los pasillos, entra y suspira suave, sin percatarse de la presencia de alguien más.

Levanta la vista cuando escucha un ruido, alerta como siempre. No se sorprende mucho de ver a Dominique allí, y nisiquiera sabe la razón - Hola - saluda luego de unos momentos, cuando ella nisiquiera nota su presencia. Con esa voz profunda y masculina que lo caracterizaba

Escucha que alguien le habla, pero estaba tan concentrada en sus cosas que no se había dado cuenta que no era la única allí. Desvía su mirada encontrando sin esfuerzo al rubio. - Hola - Saluda tranquila después de analizarlo con la mirada, con perfecta discreción.

- ¿Te molesto? - Pregunta por purisima educación. No le importa que el sea quien es y ella sea quien es. En otras palabras, no le molesta la diferencia de casas ni las rivalidades de apellidos. Ella no molesta por molestar, solo molesta si la molestan a ella o una de las tantas Weasleys.

- Acaso dije eso, Weasley? - pregunta, caballero, como lo habian educado ya desde la cuna. Era uno de los primeros días y no tenia aún mucho sentido la pelea con los Weasley's. Por lo que podría empezar las conquistas.

Realmente los Weasley-Delacour eran con los que más había llevado el trato, exceptuando claro las peleas con sus queridos primos y por sobre todos, Rose.

Sonríe, irónica por un momento. - Lo tomaré como un no - Aclara tranquila. Acomoda su cabello, para que su flequillo no le impida ver por la mitad. Es que hay veces en que prefiere tener los rulos de siempre en su cabello y no ser tan quejosa como Rose y Vic le decían constantemente.

Se adentra en ese lugar con una mirada curiosa, observando todo lo que hay; lo cual es apenas un sofá, Malfoy y la pared; como si fuera a encontrar algo realmente interesante o nuevo por allí.

Se queda en su lugar, tan quieto que hasta podria parecer inerte. - Como quieras - mueve apenas los labios. No era la necesidad de hablar, sino de quedarse con la ultima palabra, SIEMPRE.

Se sienta en el sillón, cambiando su posición actual para darle un poco de lugar a ella, en aquella sala, sin muebles ahora.

Después de dar una vuelta por todo aquello con un andar danzarín y elegante, similar al de su madre, se sienta en el sillón en el espacio libre, con un "permiso" casi inexistente en palabras pero demostrado con gestos o quizá con la mirada.

Ni levanta la vista cuando ella da una vuelta, ni lo hace cuando se sienta a su lado. Tira la cabeza hacía atrás, mirando el techo, como si este fuese realmente interesante a diferencia de una chica de desendencia veela.

- ¿Qué hacías aquí? - Pregunta como si nada, sin estar realmente interesada en la pregunta pero con algo de curiosidad que nunca está de más por el simple hecho de ser ella.

Lo mira de reojo, pasiva.

- No tenia sueño, y no me gustan las reglas - él no pretendia ser un 'chico malo' eso estaba pasado de moda. Pero lo llevaba en sí, por mucho. - Y tú? - pregunta, volteando a verla.

- No me gustan las primeras semanas - Contesta sin ser demasiado concreta, pero fácil de entender con esa frase. - Y solo aquí se puede encontrar algo de tranquilidad.. - Agrega, explicándolo con tranquilidad.

- Ahaam, somos dos - acota simplemente - Lo sé, y qué es de tu vida, Dominique? - pregunta con aquella voz tan profunda y casi provocativa que poseia. Enrealidad no era obligación hablar, pero lo preferia.

Frunce los labios sutilmente, pensativa. - Ahm... Nada nuevo. Vacaciones familiares en Grecia, y luego, reunión familiar con todos. Ahora Hogwarts, y... aquí estoy - Explica con sencillez, recalcando la palabra todos. Algo desganada. - ¿Tú vida es más interesante o son ideas mias? - Pregunta serena.

- Se podría decir, pero casi siempre siguiendo la rutina. - Eso no era del todo cierto, la 'rutina' nunca cambiaba, solamente las personas. Pero todo eso eran detalles menores. Creia que ella ya sabía cual era.

- Excelente vida.. - Musita con notable ironía en su voz. Sonrie convincente, reflejando su tranquilidad con soltura. Se levanta de su lugar, caminando por delante del sofá y su alrededor, con pasos pesados. - Me aburro.. - Canturrea bajito, niña.

- Lo sé, me gusta llevarla - acota, sonriendo y siguiendola con la mirada, disimulado. - Y qué crees que puedo hacer para divertirte? - pregunta pervertido y divertido en partes iguales.

Arquea ambas cejas varios segundos, minimamente sorprendida pero volviendo a su expresión normal al razonar, que es típico de él. Se encoge de hombros, leve. - Lo que quieras.. - Murmura, sin darse cuenta del doble sentido que pueden ocasionar sus palabras. Se detiene justo al lado del sofá, del lado de el.

Se levanta y se encamina hacia ella, con esa sonrisa ladeada y por demás desvergonzada - Qué tan lejos llegarias, aqui y conmigo? - inquiere, como si quisiera retarla a algo.

- Muy, lejos - Asegura sin inmutarse, confiada de las palabras que articula sin dificultad o nerviosismo alguno. - La verdadera pregunta, es.. - Lo mira fijamente, desafiante, casi adaptando su expresión. - ¿Qué tan lejos llegarías tú, aquí y conmigo? - Devuelve, ansiosa por su respuesta, y discreta a la perfección.

No borra esa sonrisa, es un desvergonzado sin dar lugar a dudas. La mira fijamente, con esos profundos ojos grises que posee - Me encanta sobrepasar todos los limites - responde - Creo que con eso respondo tu pregunta - termina, y sus manos rodean su cintura.